La alimentación lenta ralentiza la ingesta de alimentos haciéndola más variada evita que nuestro perro engulla la comida. Estará ocupado durante más tiempo de forma natural y masticará mejor la comida.

Al mismo tiempo, la alimentación lenta también contrarresta muchos problemas de salud, como la hiperacidez, la flatulencia y los cólicos, etc., y puede reducir el riesgo de torsión gástrica.

Medidas: 0,45 l/ø 23 cm